The Mapples, Dundee, Escocia
EL REINADO DE TERROR POR PARTE DE UN PADRASTRO
12 de abril de 2008 09:45
Un padrastro, oculto tras una fachada de ser una persona religiosa respetable, sometió a sus hijos a un régimen "siniestro" de terror físico y psíquico, manteniéndolo en secreto por 20 años.
La hijastra de William Sangster, Tracey Edwards, habló por primera vez de su sufrimiento a manos de su diabólico padrastro --quien justificó sus abusos con pasajes de la Biblia--, expresando su gran alivio cuando él fue encarcelado.
Sangster, de 53 años de edad, fue declarado culpable de dos casos de crueldad infantil, contra Tracey y su hermano Dale Edwards, llevados a cabo en su casa de Norwich y, se remontan a principios de los años ochenta cuando él conoció a la ahora separada madre de ellos.
El Juzgado de lo Penal de Norwich, ayer fue testigo de cómo se llevó a cabo un régimen de terror por más de cinco años, incluyendo una serie de extraños a la vez que brutales castigos acompañados de la obligación de recitar versículos bíblicos, con los que el acusado se justificaba de los terribles y traumáticos castigos a los que los sometía.
Will Carter, el fiscal, dijo que Sangster, testigo de Jehová, (ahora en The Mapples, Dundee, Escocia) les hacía poner los brazos en cruz, colocándoles peso en su manos por largos periódos de tiempo y pegándoles con el pesado filo de un cuhillo si ellos bajaban un poco los brazos.
El "salvaje" cogía la cabeza de Dale y se la metía en el inodoro, golpeándole en la cabeza y la cara, tan fuerte que le sangraba la naríz, además, le castiga a permanecer en la habitación del muchacho, en el domicilio familiar de Jaimeson Place, durante 24 horas y sin darle de comer.
A Dale, incluso, se le prohibía ir al inodoro durante los períodos de castigo, teniendo que utilizar una maceta para hacer sus necesidades. Además, tenía que utilizar ropa de invierno en verano, le hacía andar 8 kilómetros para ir a la escuela.
Sangster trataba a los dos niños, de 11 y 12 años de edad, al princípio de su régimen de terror, teneindo que fregar los platos dentro de un tiempo limitado y, por cada minuto que se pasaban les daba una golpe. Él también les obligó a comer la comida muy caliente con picante y sin poder beber nada.
El hijo natural que tuvo la pareja juntos, no se le trataba como a la hijastra y el hijastro, pudo escuchar en el juicio.
El Sr. Carter dijo: "Una de las cosas más desagradables de este caso, es la combinación del castigo físico con el psíquico".
Michael Clare, quitando hierro al asunto, alegó que Sangster tenía mala salud y que padecía de artritis y gota. Él también ha tenido que dedicarse al cuidado de su esposa al sufrir ésta, recientemente, un ataque cardíaco.
Él declaró que Sangster decidió rehacer su vida como la que tenía en los años ochenta, así como también volver a su religión."Sin duda fue celoso, algunos incluso podrían decir que excesivamente celoso".
El juez Paul Downes lo ha condenado a tre meses de cárcel, el límite recomendado por un informe médico.
Declaró: "Lo que usted ha hecho a éstos niños ha sido insidioso y siniestro... usted era un hombre adulto y, ellos, niños muy pequeños y usted disfrutaba de una posición de confianza y estaba al cuidado de ellos".
En cuanto Sangster fue enviado a la cárcel, Tracey lloró y, su padre natural Dave Edwards pronunció un "sí".
Después, el SR. Edwards le dijo a Sangster que había tenido "suerte" de que le echaran tres meses y que él estaba contento de que lo encarcelasen por haber hecho pasar a su hija por semejante calvario.
Tracey, que tiene 37 años actualmente, dijo: "Esto supone un alivio y me permite poder mirar hacia delante. De todas las cosas que hizo no hay ninguna que pudiera destacar... todas fueron terribles. No puedo concebir cómo un hombre puede hacer eso a unos niños".
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